LA DIDÁCTICA HIPÓTESIS DEL MAESTRO CULBEAUX.
Escribe/MI Ramón Huertas Soris.
Reciba mis saludos y mi mayor respeto, para usted y para todas las personas que integran su planilla, postulada para las próximas elecciones de la FENAMAC.
El pasado día 12 usted publicó un artículo titulado: “Rumbo a las Elecciones 2012- “La Trampa”.
Puede verse el trabajo completo en: http://www.ajedrezenmexico.org/articulos/9724/rumbo-a-las-elecciones-2012-%E2%80%93-%E2%80%9Cla-trampa%E2%80%9D
Usted comenzó así: “Estimados(as) Compañeros Ajedrecistas;…”
Como aludido y receptor de su comunicación, quiero solicitarle un diálogo de ampliación en una de sus hipótesis, que resulta la visión de un posible futuro de directiva nacional FENAMAC, extra totalmente fuera de la voluntad del colectivo de ajedrecistas de México.
Pretendo organizar ideas mías y de otros interesados, de manera que el análisis de posibilidades determine una de dos posibilidades: 1. Falta de evidencias en el marco y contexto de la hipótesis tratada; logrando tranquilidad, al menos en este aspecto del futuro cercano de nuestro ajedrez.
En caso de que el desglose de posibilidades lógica, genere información de hechos relevantes que den fuerza a la hipótesis; bueno, entonces, estaríamos frente a quizás lo peor imaginable para la transparencia y democracia del proceso político de la etapa electiva en la FENAMAC, que está en puertas y procedería, más que nunca, promover la convocatoria que encierra la siguiente afirmación: “Hagamos que las cosas deseables pasen y no dejemos que las cosas no deseables se produzcan al margen de nuestras voluntades, porque eso dañaría nuestra autoestima; debilitando nuestra confianza en un futuro mejor, dejando el campo libre al desanimo y al reinado del oportunismo y del toma y daca que divide, odia y destruye, en el desespero por lograr y sostener un poder injustificado”.
Culbeaux usted planteó: “Mis hipótesis personales de lo que sucederá en las próximas elecciones para la elección del nuevo Consejo de Administración de la Federación Nacional de Ajedrez de México A.C”.
Después de una primera hipótesis describe usted la segunda, que es la que motiva este escrito, el cual me permito dividir en partes para facilitar el proceso de tipificar posibles modelos de evidencias.
“Hipótesis 2. Sólo en caso de que la actual administración logrará su reelección sucedería lo que yo llamo en este boletín la Trampa”.
¿Trampa? ¿Acaso nos dice que lo que llama “La Trampa” es una posibilidad del futuro que se abrirá paso espontáneamente y, por tanto, que nada tiene que ver con el presente o incluso con el pasado?
Creo entender que la respuesta es negativa, ya que después en su escrito nos dice que, lo que llama “la trampa”, es una posible negociación pre hecha y encubierta de una de las llamadas maniobras de traspaso de poder para perpetuarlo en su esencia; por supuesto que en tal caso debemos buscar posibles evidencias en el pasado y en el presente y un poco también estar como centros despiertos hacía los días próximos que parece serán muy intensos.
De ser cierta su hipótesis aquí tratada habría algunas evidencias; que podrían ser del tipo de las posibilidades que siguen:
• El vicepresidente sustituto acordado, pactado, ya estaría preparándose para la sustitución, siempre ajustada a los estatutos.
Si incorporamos el pasado en la Hipótesis habría que preguntarse: ¿Desde cuándo existe el acuerdo? Bueno no parece lógico que no fuera antes de la segunda reelección, pero ya desde concluida ésta se abrió la posibilidad del pacto y la posible manifestación de evidencias.
Haciendo un paréntesis: recuerdo que, después de la reelección de hace cuatro años del presidente FENAMAC, un directivo me dijo, en respuesta a mi planteamiento de que el presidente FENAMAC en sus primeros cuatro años de mandato no había atendido la capacitación de profesores, el entrenamiento organizado y los programas docentes de todo tipo: “Raúl se dedicó en su primer mandato a organizar las asociaciones y ahora en su segundo mandato se dedicará a esos otros temas que planteas del desarrollo técnico”.
Continuando con el análisis que nos ocupa: Si por alguna razón algún directivo recibió la oferta, pacto o condición aceptada de que sería el próximo presidente, probablemente fue hecha para cumplirse en las elecciones del 2012; algo así como: “Listo, pactado, tú sigues”.
Pero entonces, de haber sido así, al iniciar el presidente sus acciones para garantizar su segunda reelección, que ya no debía proceder de acuerdo con el pacto- debieron presentarse evidencias de distanciamiento entre el presidente y el directivo engañado; entonces hubiera habido división y las asociaciones de la zona de procedencia del escogido y defraudado, debieron haber recibido alguna forma de propaganda, de boca a orejas, donde la conclusión fuera ¡No votar por la reelección del presidente! Más aún, conocedores de esa realidad de discrepancia activa pero silenciosa, los representantes de la campaña de las planillas del cambio de presidente, se habrían acercado al defraudado para negociar integraciones procedentes y, por lo menos, aún cuando el defraudado fuera muy cauteloso y asustadizo, habría respondido dejando abierta la posibilidad de negociar un nuevo pacto con las planillas del cambio.
Por supuesto que si el defraudado (molesto, de forma manifiesta o no) hubiera, por - alguna razón muy especial - aceptado el defraude sufrido y cambiara a la postura de promover la segunda reelección; entonces habrían evidencias fuertes.
Podría ser, por ejemplo, que las asociaciones de su zona, donde ya había hecho campaña por el voto de la no reelección, recibieran una contra orientación, aunque esta fuera tan superficialmente argumentada como decir: “Es que el presidente tiene ahora un magnífico programa para ejecutar, ya lo verás pronto”; o más cerca del oído de algún directivo particular al que, quizás los padres de sus mejores jugadores le piden que no vote por la reelección, pero se cree comprometido con el que le dice: “mira a tu asociación le daremos computadores y apoyo especiales”.
Incluso, si alguna de estas asociaciones a - las que se les “dijo digo y después se les dijo Diego” - definitivamente se resistió a la contra inducción de votar por la reelección; entonces, introduciendo la mano en la Caja de Pandora de los recursos del poder ejercido para perpetuarse, sacaría ese directivo, escogido - primero defraudado, luego molesto y bloqueador de la reelección y ahora comprometido con ella - alguna forma de anulación del voto contrario, porque no entregó un requisito en tiempo y forma o, si no fuera esto posible, porque el envío por internet como sí procede se mandó en horas laborables o hasta que se mandó y se recibió como consta, pero al hacerlo se hizo con la mano izquierda; razón por lo que no fue aceptado ese trámite.
Usted continúa diciendo: “La Trampa”. En este caso, debido a la enorme presión que recibiría el actual Sr. Presidente de la FENAMAC después de la reelección; por parte de sus Asociados, Codeme, Opinión Pública y Ajedrecistas, por el mal manejo al frente de la Federación hará una jugada que yo llamo “La Trampa” y renunciaría a su cargo y por consiguiente el Primer Vicepresidente o un Representante de la misma planilla basado en un acuerdo previo a las elecciones lo sucedería como nuevo Presidente en no menos de un año posterior a la tercera reelección.
Aquí están presentes varios elementos: O sea que, siguiendo el hilo de la trama contemplada como posibilidad en pos de evidencias, estamos en el punto de que el pacto de entrega de la presidencia FENAMAC al inicialmente escogido; ya sería entregada en condiciones extremadamente complicadas y penosas para el sustituto.
Imaginemos que el sustituto pactado no sea precisamente portador de una gran seguridad personal y el total convencimiento de que su amor por el ajedrez mexicano lo llevaría a todos los esfuerzos y buenos resultados en su gestión de presidente interino, ¿Cómo enfrentar la posibilidad de una tremenda mancha histórica no lavada con rotundos buenos resultados? ¿Con qué cálculo matemático de inmediateces de saldo, haber, préstamos, asignaciones y oportunidades, se podría aceptar una directiva FENAMAC de esa forma; que por pura lógica tendría tanto rechazo a todo nivel; incluso entre las más militantes presidencias de asociaciones, que probablemente resultarían sorprendidas de haber estado al margen de lo que muy a lo cortico se habría decidido?
En la última parte dice su hipótesis: “El objeto que guarda esta jugada llamada “La Trampa” es desconocido por lo cual sigue siendo una Hipótesis, pero sin duda es para encubrir temas delicados”.
Dice sobre el objeto de la trampa que es desconocido; en verdad hemos tratado el supuesto de que esa trampa es un pacto y los pactos siempre son del tipo ganar - ganar; así que lo menos que hubiera recibido la presidencia sería una incondicionalidad total durante el segundo mandato de la actual directiva FENAMAC, que se manifestaría en evidencias; por ejemplo del tipo de las siguientes:
• Una incondicionalidad absoluta del escogido hacía la presidencia, que se hubiera manifestado con una constante defensa - a todo trance- de la misma contra toda crítica, cuestionamiento o ataque.
• Debería manifestarse totalmente útil por habilidades de apoyo en el manejo de las finanzas, desde antes del pacto o hacerse hábil en ese rubro durante el curso del segundo mandato; para lograr aportar a la presidencia experiencias de orden y acciones seguras en el tan difícil y complicado tema de las finanzas FENAMAC. En cuanto a esa “Espada de Damocles”, siempre a la espera de errores, que es la supuestamente obligación de transparencia; sobre esto se hubiera manifestado una destacada participación en la aplicación de mecanismos neutralización acerca de algún cuestionado perfil de la transparencia.
• Otra evidencia hubiera sido a nivel de su asociación de origen, donde el ajedrez hubiera sido puesto exageradamente en función de la presidencia FENAMAC; quedando en segundo plano las libertades acostumbradas del ajedrez en su Estado.
• Los signos serían claros y empezarían por autoritarismos, beneficios a los que aclaran a la presidencia FENAMAC y persecución para los que se inconformen con cualquier acción FENAMAC.
• Evidentemente el escogido debería demostrar, fehacientemente, control en su asociación y habilidad para ejercer el poder con mano dura, ante manifestaciones disidentes o críticas de la FENAMAC y, muchísimo menos, hacía su presidencia.
Ahora, ascendiendo en la esfera del análisis hacía razones mundiales, vamos a postular posibilidades de armar el rompecabezas de las posibilidades de realismo para su importante hipótesis: Dándole un voto de confianza a la secuencia considerada como posible de: Un pacto con un escogido para que fuera el poderoso candidato federativo en las elecciones del 2012 y considerando que ese pacto no se cumpliera porque digamos que el presidente FENAMAC, hubiera limado fuertes asperezas conocidas entonces con su instancia superior federada, hasta el punto de que, asumiendo tremendos riesgos por la forma usada, hubiera sido incluso garantía de postulación de reelección de la presidencia FIDE.
La única forma imaginable, para dar coherencia de hechos posibles a la hipótesis tratada, es que la FIDE considere necesario que el actual presidente FENAMAC al menos se reelija por un tiempo, para así contar con una garantía imprescindible al para conceder agradecimientos especiales hacía el ajedrez mexicano; por haber sido un apoyo decisivo en la pasada reelección del presidente de la FIDE.
Así las cosas, podría haberse esgrimido la nueva situación como una justificación para no cumplir con el pacto que se hubiera hecho con el supuesto escogido; entonces hasta se le podría haber presentado al defraudado escogido una lista supuestamente convincente para todos de que lo procedente sería la segunda reelección.
Pese al nuevo y quizás sustancioso argumento para una segunda reelección el defraudado escogido podría haberse aún manifestado fuertemente inconforme, surgiendo entonces el elemento de un nuevo pacto de segunda reelección pero pronta y oportuna cesión del cargo de presidente a favor del escogido. Todo de tal suerte, que el listado de beneficios perspectivos vía FIDE y la última propuesta de por lo menos una presidencia interina, hubieran calmado al escogido regresándolo a su incondicionalidad, ahora ya extendida más allá de las fronteras de México.
En fin, estimado Maestro Culbeaux, si su hipótesis tiene alguna forma de ser la realidad misma, no debemos preocuparnos porque posiblemente el fuerte estremecimiento a la confiabilidad directiva de nuestro ajedrez implicaría la aparición forzada de reales garantías de democracia real (ante la realidad de falta de democracia inherente a la hipótesis tratada) y palpable para el colectivo ajedrecístico de mexicano.
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